lunes, 19 de septiembre de 2016

CAPÍTULO 1


DAVID
Nos encontramos en un rinconcito de Andalucía, más concretamente en Almería, esta provincia constituye un placer difícil de encontrar en el Mediterráneo. Su costa indomable, playas de fina arena, calas hermosas, el gran desierto de tabernas, supone el lugar idóneo para que nazca nuestro protagonista.
David fue fruto de un embarazo no deseado, sus padres eran unos críos y cometieron un error. Ciertamente no estaban preparados para ser padres, el chico era adicto a la cocaína y la chica apenas tenía 14 años.
Cuando el chico nació, su joven madre le abandonó en la puerta de una casa enorme, tocó en ella y salió corriendo. Los dueños de dicha casa al abrir la puerta, se encontraron al pequeño semidesnudo, envuelto en una manta y con un sobre rojo debajo. La mujer cogió al bebé y su marido abrió el sobre que decía con mala letra:
"Cuidadlo vosotros por favor."
El matrimonio que no había tenido hijos, se encariñó del pequeño y lo criaron como su hijo. Le pusieron el nombre de David.
Cuando el niño fue creciendo, las diferencias que tenía con sus padres se hacían cada vez más notables. Era un chico solitario, introvertido, muy inteligente. Le gustaba investigar todo, observaba como actuaba la gente de su alrededor y era capaz de conocerles sin haber cruzado palabra con ellos.
A los trece años, David abrió un cajón y encontró el sobre rojo, al leerlo empezó a llorar y corrió a hablar con sus padres:
- ¿Por qué no me lo habías contado?-preguntó a su madre con voz temblorosa.
-No queríamos hacerte daño - contestó su madre con lágrimas en los ojos.
- ¿Es mejor engañarme de por vida?, ¿Quiénes son ellos?
-Cariño tus padres somos nosotros, te hemos criado y dado todo cuanto teníamos. No sabemos quiénes son tus padres biológicos, te abandonaron en la puerta de casa y se fueron, nunca más hemos sabido nada de ellos.
Ese descubrimiento supuso un antes y un después en la vida de David, aunque quería a sus padres adoptivos, la relación con ellos se enfrió muchísimo, apenas hablaba, comía lo suficiente para vivir, no salía de su habitación, se centró en formarse y estudiar.
A los 18 años, David entró en la Facultad de Medicina para cursar sus estudios universitarios, sus notas en Secundaria y Bachillerato habían sido sobresalientes, era uno de los alumnos más brillantes de su promoción. Al chico le gustaba mucho ayudar a la gente, sobre todo a la gente enferma, entenderlos y curarlos, así que decidió ser médico familiar.
Tras seis años cursando medicina general en la Universidad, David se graduó con unas notas excelentes. Con 25 años, David había terminado sus estudios, no tardó en encontrar trabajo. Una nueva empresa sanitaria privada, había emprendido un proyecto con hospitales por toda Andalucía y necesitaban un médico que fuera rotando un tiempo en cada provincia, al ver el expediente académico de David no dudaron en llamarle.
Físicamente era un chico delgado, alto, moreno, ojos marrones. Pasaba bastante desapercibido, se había acostumbrado a observar a la gente desde la sombra y a veces ni notabas su presencia.
Después de 6 años trabajando en hospitales por todas las provincias andaluzas, David se sentía decepcionado con el ser humano en general. Había visto gente joven muerta por peleas, niños asesinados por maltratadores, ladrones, violadores, dolor y espanto.
Esto le hacía recordar su nacimiento, sus padres seguramente lo abandonaran por ser unos drogadictos o simplemente por pereza de criarle. David pensó que tenía que hacer algo para acabar con todo esto, alguien tenía que dar una lección a esa gente. Empezó a estudiar a las personas que iban al hospital en cada provincia, elegirá personas que pecaran, gente mala, desechos de esta sociedad. Era el principio de su proyecto.

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