martes, 11 de junio de 2019

CAPÍTULO 17(CORTADO)


SEGUNDO ELEGIDO
Al ver un coche salir, todos los elegidos empezaron a ponerse nerviosos. Juan mencionó que podría ser el hombre misterioso que les tenía encerrados. Marco y Elena fueron deprisa a intentar abrir la puerta de la entrada, pensaron que a lo mejor todo había sido una broma de mal gusto y por fin serían libres. Miguel entró de nuevo en la cocina para buscar más comida, la ansiedad hacía que tuviera aún más hambre. Esmeralda empezó a gritar vamos a morir todos. Esther intentó calmar un poco el ambiente sin mucho éxito.
Miguel salió de la cocina con un bocadillo de calamares en la mano, llevaba la boca llena e intentaba decir algo a los demás, pero nadie le entendía. Cuando se tragó la comida de la boca dijo:
-César no está en la cocina, se ha escapado.
-¿Qué estás diciendo gordo?- preguntó Esmeralda con aire despectivo.
-No me insultes vieja ricachona, búscalo si no me crees.
Todos empezaron a buscar a César por las habitaciones que había abiertas, sin dar con el joven.
David estaba observándolos con la esperanza de que se calmaran poco a poco, pero los nervios, gritos y golpes iban en aumento, sobre todo por parte de Juan, que estaba fuera de sí.
-¡Oye tú! ¡Habla de una puta vez y dinos qué coño está pasando!-gritaba dando golpes en puertas y paredes.
David entendió que la situación requería de sus palabras, sobre todo cuando vio la cara dubitativa de Esther.

lunes, 10 de junio de 2019

CAPÍTULO 16 (Cortado)

LA DECISIÓN DE CÉSAR

Eran las doce de la mañana aproximadamente, los elegidos estaban repartidos por los dormitorios y la planta baja.
César seguía en su cama tumbado, reflexionando y esperando que le llamaran por los altavoces. Miguel, por su parte, estaba haciéndose una pizza en el horno. Elena y Marco estaban en el dormitorio de éste último, hablando en tono bastante cercano y cariñoso. Esmeralda, como casi siempre, se encontraba viendo novelas en el salón. Por último, Juan estaba preparando algo de desayunar para él y para Esther. Ella sonrió al ver a Juan aparecer con una bandeja bastante apetitosa, cerró el libro que estaba leyendo e invito a éste a sentarse a su lado.
David, en cambio, estaba concentrado y emocionado, había llegado el momento, César tenía que decidir su futuro. Así que le llamó por el micrófono:
-“César, ha llegado el momento de decidir su prueba, suba a la segunda planta y siga indicaciones, los demás elegido sigan en las habitaciones donde se encuentran”.

viernes, 7 de junio de 2019

CAPÍTULO 15 (Cortado por seguridad)



9 de julio por la mañana
MODUS OPERANDI
Era un día importante para David, su primer elegido debería decidir si cambiaba de vida y seguía viviendo, o por el contrario, optaba por seguir con su pecado y moría.
Antes que nada, tenía que hablar con Esther para darle instrucciones precisas de cómo debía hacer todo, no podía fallar nada. Para que los demás elegidos no sospecharan de Esther, tenía que tratarla como a cualquiera de ellos/as.
Los elegidos se encontraban en diversas partes de la cabaña: Marco y Elena estaban desayunando juntos en la cocina, Esmeralda estaba como casi siempre, sentada en el sillón viendo la tele y mirando a los demás con desprecio, Miguel estaba sentado en la cocina pensando en su posible prueba, miraba la comida con hambre y duda al mismo tiempo. Marco se encontraba en su dormitorio, tumbado en la cama  bastante nervioso, hoy debía dar respuesta a su prueba y era un mar de dudas. Juan por su parte estaba mirando fijamente a Esther que se encontraba leyendo en el salón, salivaba con solo pensar lo que quería hacerle. De repente se escuchó la voz por los altavoces:
-     -       “Señorita Esther, suba a la segunda planta y siga las instrucciones”
Esther dejó el libro en la mesa, los demás elegidos empezaron a hablar en voz baja entre ellos. Subió a la segunda planta y una puerta de las cuatro habitaciones se abrió, ella entró despacio y se sentó en una silla frente a un ordenador, la puerta se cerró.
-        -     Hola de nuevo –dijo David, esta vez mostrando su rostro.
-       -      ¡Menudas ojeras tiene! ¿dónde estás no duermes mucho no?
-        -      Tú tampoco tienes muy buen aspecto, bueno vamos a lo importante, que no hay mucho tiempo, mira el cuadro que tienes a tu espalda.
Esther se giró y observó el cuadro de Leonardo da Vinci, “La última cena”. Si no era el original era una copia perfecta.
-       -      Sí ya lo veo, además de la medicina e impartir justicia por tu cuenta, disfrutas con el arte.
-     -        Esther, ¿pasa algo? te noto algo distante.
-        -     No pasa nada, quizás no he dormido mucho esta noche, a ver ¿qué pasa con el cuadro?
-    -         Si levantas ese cuadro hay una caja fuerte detrás, el código es 7778, ya te explicaré que significa. Dentro hay 6 viales de arsénico y un bote de cloroformo en una bolsa de aseo corriente, necesito que te la lleves a tu dormitorio y la escondas en el armario, tiene doble fondo.
-     -        Vale y ¿qué hago con todo eso?
-  -          Hoy tiene que decidir César su prueba, si elige correctamente lo dejaré en libertad, pero si no lo hace debes suministrarle un vial esta noche, en su bebida, no cambiará de color, ni hará burbujas, ni notará un sabor diferente, solo tienes que tener cuidado de que nadie te vea.
-   -          ¿Por qué por la noche? ¿Y cómo sé si ha pasado o no la prueba?
-     -        Espera, no seas impaciente –dijo David esbozando una sonrisa. 

CAPÍTULO 14(cortado por seguridad)





Actualmente

CONFLICTOS

Había pasado un día desde que David propuso a César su prueba, por mucho que lo observaba por los monitores no veía en él nada extraño, estaba convencido de que el joven se estaba planteando seriamente dejar a un lado su pecado y tener una nueva vida. David estaba contento, sentía que su plan funcionaba. Ensimismado en sus pensamientos escuchó gritos desde la cámara del salón:
-        -   Apártate de mi lado “quinqui” –gritó Esmeralda
-      -     Señora mi nombre es Marco y yo no la he insultado. No me muevo de este sofá porque no hay más sitio, tampoco es agradable para mí oler su colonia rancia.
-         -   Colonia rancia dice el “barriobajero” este, es Chanel número 5, ¡inculto!
Marco se estaba cabreando cada vez más por los continuos insultos de Esmeralda, se levantó del sofá y se puso de pie delante de ella con actitud desafiante. De repente alguien llamó a Marco desde el otro lado de la habitación, evitando que la situación llegara a mayores.
-       -    ¡Marco! ¡ven! Puedes sentarte aquí conmigo – dijo Elena con voz entrecortada.
Marco se giró al escuchar la voz de Elena, era una chica muy guapa y desde que estaban allí encerrados siempre le había hablado con cariño. Volvió a mirar otra vez a Esmeralda y señalando a la pared le dijo:
-     -      Señora tenga usted un poco de respeto con los demás, más que nada si quiere salir de este antro – dijo señalando un cartel que decía “ Esmeralda: Soberbia ”
Esmeralda le miró con cara de asco, hizo un gesto de desprecio con la mano dejando claro que Marco no sabía de lo que estaba hablando y se sentó de nuevo en el sofá.
Marco y Elena empezaron a conversar, ambos se fueron sinceros y abiertos sobre su pasado cercano. Los dos coincidieron también en que era el momento de cambiar algunas cosas en sus vidas y estaban bastante expectantes e impacientes esperando sus correspondientes pruebas.
Elena sentía que Marco la entendía, que la valoraba, por primera vez un chico hablaba con Elena, podía ser ella misma, no tenía que imitar a otra ni cambiar su forma de andar o vestir. Marco no era el típico chico que un padre quiere como novio de su hija, pero Elena sabía que dentro de ese tipo duro, se escondía un buen chico, que lo había pasado mal y que no había sido escuchado antes, pero ahora eso podía cambiar. Ella podía escuchar su historia y quería ayudarle a superar su prueba, sentía que tenía que hacerlo, incluso más que pensar en la suya, ya que ella merecía pasarlo mal, seguía sintiéndose culpable por la paliza que le dieron a su ya antiguo amor platónico.

jueves, 6 de junio de 2019

CAPÍTULO 13(cortado por seguridad)












Un mes antes

IGOR




David era consciente de que necesitaba alguien que le ayudara a retirar los “posibles” cuerpos de la cabaña, dejarlos como y donde él dijera. No podía ser cualquier persona, ya que sería cómplice de un delito grave. Cuando conoció a Igor lo tuvo claro.
Igor tenía unos 40 años, era fuerte y grande, había trabajado en la Armada Española durante 10 años y lo tuvo que dejar por una lesión de menisco en la rodilla. Su padre era búlgaro y su madre gaditana, así que tenía una mezcla algo singular. Desde que se retiró del ejército a Igor le faltaba acción y tenía un don para detectar gente mala.

El tiempo que David pasó en Cádiz vigilando a Juan le sirvió también para conocer a Igor.
Un día en el hospital Igor se presentó bastante cabreado, tenía una herida bastante prominente en la cabeza, las enfermeras no podían sujetarle, se zafaba de todo aquel que se acercaba, cuando un médico llamó a seguridad, David se acercó a Igor por la espalda y le pinchó un tranquilizante en el cuello, Igor se desplomó inmediatamente en el suelo balbuceando algo sin sentido.
Al despertarse de su letargo, quiso saber quién le había pinchado por la espalda y David se acercó a su habitación:



CAPÍTULO 12(cortado por seguridad)




EMPIEZAN LAS PRUEBAS
Esther apenas durmió esa noche, no dejaba de pensar en que no quería convertirse en una asesina, pero era cierto lo que decía David, en el mundo había gente que debía desaparecer, gente que causa daño y destrucción.
David por su parte estaba bastante ilusionado, no solo estaba consiguiendo que todo el proyecto funcionara, sino que Esther iba a ayudarle, quizás después de todo esto pudieran estar juntos.

El día comenzó pronto, César bajo temprano a desayunar, no aguantaba más los ronquidos de Miguel que resonaban por toda la habitación. Eran las 8 de la mañana y no había nadie despierto aun. La curiosidad de César le llevó a explorar un poco la casa.
En la planta baja estaba el salón la cocina y un par de baños. En la primera planta se situaban los dormitorios, cada uno contaba con un pequeño aseo.
Cuando subió a la segunda planta escuchó un ruido, como una puerta antigua abriéndose. Observó a su alrededor y no vio a nadie, había tres habitaciones con las puertas cerradas y una de ellas tenía la puerta entreabierta. Se acercó despacio a esa habitación, solo quería echar un vistazo, cuando entró se quedó boquiabierto con lo que había allí. Las paredes estaban llenas de cuadros y no cuadros convencionales, eran auténticas obras de arte, se acercó aún más para identificar si éstas eran copias u originales  y de repente la puerta se cerró.
César se giró, corrió hacia la puerta, pero no pudo abrirla. Entonces se dio cuenta de que había una cámara en cada esquina de la habitación. Además había un ordenador y unos cascos al lado de un joyero. Antes de coger los cascos, César observó que el joyero estaba lleno de joyas valiosas, anillos con diamantes, colgantes de oro, pendientes de oro blanco.
Las manos le sudaban, estaba temblando, tenía que tragar saliva a cada instante, en su cabeza solo pensaba en la pasta que podía sacar si vendía todo lo que allí había. En ese momento recordó que había un ordenador y unos cascos. Los cogió y se los puso, la pantalla en el ordenador estaba totalmente en negro, empezó a darle a las teclas y escuchó una voz:
-          ¡Hola César! – ya veo que te gusta lo que ves- dijo David.
-          ¿Tú quién eres? ¿qué es todo esto? ¿qué quieres de mí?
-          Soy quien puede sacar tu mejor o tu peor versión, dedicas tu vida a  robar a los demás, te aprovechas de la gente que te rodea.
-          ¿Tengo que vivir de algo no? Hay gente que no se merece lo que tiene o tiene demasiado dinero, no pasa nada porque yo me quede un poco.
-     

lunes, 3 de junio de 2019

CAPÍTULO 11



UNA CÓMPLICE INESPERADA
Durante la primera noche, algunos de los elegidos estaban bastante nerviosos, sobre todo Marco, que no dejaba de intentar salir de la casa sin ningún resultado.
Todos estuvieron comprobando sus teléfonos móviles y se dieron cuenta de que allí estaban totalmente incomunicados. Así que después de ver las habitaciones, a las cuales tenían acceso, decidieron quedarse en el salón comiendo un poco y viendo la tele.
Elena que era la más joven del grupo estaba bastante asustada, se sentó en un sofá y empezó a llorar. Esther se acercó a hablar con ella.
-          No te preocupes que todo va a salir bien –dijo Esther.
-          No, no, no yo no debería estar aquí, nada me sale bien, soy una desgraciada en la vida-sollozó Elena.
-          En los carteles pone que tu pecado es la envidia, todas sentimos envidia alguna vez en la vida, no es un pecado grave, seguro que lo superas y sales de aquí- dijo Esther consolando a la chica y abrazándola.
David presenció la escena desde su sótano oculto y entendió que Esther era la más valiosa de entre los elegidos y quiso hablar con ella para proponerle algo.
Cuando todos/as estaban en silencio se escuchó el megáfono diciendo:
“Señorita Esther suba a la segunda planta para escuchar su prueba, es importante que suba sola y siga las instrucciones”
Esther subió las escaleras que llevaban a la segunda planta, estaba un poco nerviosa, no sabía si vería allí a David, tenía tantas preguntas que hacerle.
En la segunda planta había varias habitaciones, pero todas las puertas estaban cerradas con llave, no parecía que nadie estuviera allí, todo era oscuro y olía bastante a cerrado. Cuando se disponía a bajar las escaleras, una de las puertas se abrió lentamente, haciendo un ruido un tanto lúgubre. Esther se acercó a la habitación y se sentó en una mesa donde había un ordenador portátil con unos cascos. La puerta se cerró de golpe. Nada más había en esa habitación, solo una mesa antigua de madera de roble, un ordenador bastante moderno y una silla también antigua. Ella se puso los cascos y le dio a Enter en el pc, allí estaba David, era una video llamada. Los ojos de Esther empezaron a brillar al verle, y su corazón empezó a latir más deprisa. David tenía buen aspecto y empezó a hablar bastante emocionado.
-          ¡Hola Esther!, te agradezco enormemente que hayas venido.
-          ¡Hola David!, ¿dónde estás?, ¿qué es todo esto? ¿qué quieres de mí y de los demás?
-          Esther las personas que te rodean no son lo que parecen a simple vista, son malas, algunos han hecho cosas horribles, estás conviviendo con un líder de bandas, con un violador, con una rica soberbia, con un ladrón avaricioso,…
-          ¿Y qué pinto yo en todo esto?
-          Recuerdas cuando te conocí, pasabas de todo, te daba igual estudiar, vivir, tu pecado es la pereza, y tu prueba será ayudarme. Los dos juntos podemos hacer que esta gente cambie, podemos hacer del mundo un lugar mejor.
-          No entiendo cómo puedo ayudarte a eso.
-          Cada uno de ellos tiene que pasar una prueba, si la pasan podrán irse a su casa, a vivir su vida, siendo mejores personas.
-          ¿Y si no la pasan? ¿qué pasaría con ellos/as?
-          No deben seguir viviendo, seguirán haciendo daño por donde vayan, haremos una pequeña limpieza.
-          ¿Quieres que les mate David?, ¿mi prueba es pasar de perezosa a asesina?-creo que se te ha ido un poco de las manos.
-          Tengo seis frascos de arsénico preparados, pueden ser bebidos o ingeridos con comida, ese veneno es totalmente inodoro, incoloro e insípido. Sus síntomas son como una intoxicación alimentaria. Y no te equivoques, Esther, ellos/as pueden pasar la prueba tienen una última oportunidad de cambiar, sino lo hacen se matan ellos mismos.
-          David, has dicho seis frascos, somos siete elegidos, me estás contando todo esto, algo no me cuadra.
-          Sabía perfectamente que tú superarías la prueba y seguirías viviendo, nos quedan muchas cosas que hacer juntos. ¿Qué me dices?
-          Que todo parece una locura, pero que cuentes conmigo.
Y así Esther se conviertió en la cómplice y ayudante de su amado David.