viernes, 7 de junio de 2019

CAPÍTULO 14(cortado por seguridad)





Actualmente

CONFLICTOS

Había pasado un día desde que David propuso a César su prueba, por mucho que lo observaba por los monitores no veía en él nada extraño, estaba convencido de que el joven se estaba planteando seriamente dejar a un lado su pecado y tener una nueva vida. David estaba contento, sentía que su plan funcionaba. Ensimismado en sus pensamientos escuchó gritos desde la cámara del salón:
-        -   Apártate de mi lado “quinqui” –gritó Esmeralda
-      -     Señora mi nombre es Marco y yo no la he insultado. No me muevo de este sofá porque no hay más sitio, tampoco es agradable para mí oler su colonia rancia.
-         -   Colonia rancia dice el “barriobajero” este, es Chanel número 5, ¡inculto!
Marco se estaba cabreando cada vez más por los continuos insultos de Esmeralda, se levantó del sofá y se puso de pie delante de ella con actitud desafiante. De repente alguien llamó a Marco desde el otro lado de la habitación, evitando que la situación llegara a mayores.
-       -    ¡Marco! ¡ven! Puedes sentarte aquí conmigo – dijo Elena con voz entrecortada.
Marco se giró al escuchar la voz de Elena, era una chica muy guapa y desde que estaban allí encerrados siempre le había hablado con cariño. Volvió a mirar otra vez a Esmeralda y señalando a la pared le dijo:
-     -      Señora tenga usted un poco de respeto con los demás, más que nada si quiere salir de este antro – dijo señalando un cartel que decía “ Esmeralda: Soberbia ”
Esmeralda le miró con cara de asco, hizo un gesto de desprecio con la mano dejando claro que Marco no sabía de lo que estaba hablando y se sentó de nuevo en el sofá.
Marco y Elena empezaron a conversar, ambos se fueron sinceros y abiertos sobre su pasado cercano. Los dos coincidieron también en que era el momento de cambiar algunas cosas en sus vidas y estaban bastante expectantes e impacientes esperando sus correspondientes pruebas.
Elena sentía que Marco la entendía, que la valoraba, por primera vez un chico hablaba con Elena, podía ser ella misma, no tenía que imitar a otra ni cambiar su forma de andar o vestir. Marco no era el típico chico que un padre quiere como novio de su hija, pero Elena sabía que dentro de ese tipo duro, se escondía un buen chico, que lo había pasado mal y que no había sido escuchado antes, pero ahora eso podía cambiar. Ella podía escuchar su historia y quería ayudarle a superar su prueba, sentía que tenía que hacerlo, incluso más que pensar en la suya, ya que ella merecía pasarlo mal, seguía sintiéndose culpable por la paliza que le dieron a su ya antiguo amor platónico.

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