EMPIEZAN LAS PRUEBAS
Esther apenas durmió esa noche, no dejaba de pensar en que no quería
convertirse en una asesina, pero era cierto lo que decía David, en el mundo
había gente que debía desaparecer, gente que causa daño y destrucción.
David por su parte estaba bastante ilusionado, no solo estaba consiguiendo
que todo el proyecto funcionara, sino que Esther iba a ayudarle, quizás después
de todo esto pudieran estar juntos.
El día comenzó pronto, César bajo temprano a desayunar, no aguantaba más
los ronquidos de Miguel que resonaban por toda la habitación. Eran las 8 de la
mañana y no había nadie despierto aun. La curiosidad de César le llevó a
explorar un poco la casa.
En la planta baja estaba el salón la cocina y un par de baños. En la
primera planta se situaban los dormitorios, cada uno contaba con un pequeño
aseo.
Cuando subió a la segunda planta escuchó un ruido, como una puerta antigua
abriéndose. Observó a su alrededor y no vio a nadie, había tres habitaciones
con las puertas cerradas y una de ellas tenía la puerta entreabierta. Se acercó
despacio a esa habitación, solo quería echar un vistazo, cuando entró se quedó
boquiabierto con lo que había allí. Las paredes estaban llenas de cuadros y no
cuadros convencionales, eran auténticas obras de arte, se acercó aún más para
identificar si éstas eran copias u originales y de repente la puerta se cerró.
César se giró, corrió hacia la puerta, pero no pudo abrirla. Entonces se
dio cuenta de que había una cámara en cada esquina de la habitación. Además
había un ordenador y unos cascos al lado de un joyero. Antes de coger los
cascos, César observó que el joyero estaba lleno de joyas valiosas, anillos con
diamantes, colgantes de oro, pendientes de oro blanco.
Las manos le sudaban, estaba temblando, tenía que tragar saliva a cada
instante, en su cabeza solo pensaba en la pasta que podía sacar si vendía todo
lo que allí había. En ese momento recordó que había un ordenador y unos cascos.
Los cogió y se los puso, la pantalla en el ordenador estaba totalmente en
negro, empezó a darle a las teclas y escuchó una voz:
-
¡Hola César! – ya veo
que te gusta lo que ves- dijo David.
-
¿Tú quién eres? ¿qué
es todo esto? ¿qué quieres de mí?
-
Soy quien puede sacar
tu mejor o tu peor versión, dedicas tu vida a
robar a los demás, te aprovechas de la gente que te rodea.
-
¿Tengo que vivir de
algo no? Hay gente que no se merece lo que tiene o tiene demasiado dinero, no
pasa nada porque yo me quede un poco.
-
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