Eran las doce de la mañana aproximadamente, los elegidos estaban repartidos
por los dormitorios y la planta baja.
César seguía en su cama tumbado, reflexionando y esperando que le llamaran
por los altavoces. Miguel, por su parte, estaba haciéndose una pizza en el
horno. Elena y Marco estaban en el dormitorio de éste último, hablando en tono
bastante cercano y cariñoso. Esmeralda, como casi siempre, se encontraba viendo
novelas en el salón. Por último, Juan estaba preparando algo de desayunar para
él y para Esther. Ella sonrió al ver a Juan aparecer con una bandeja bastante
apetitosa, cerró el libro que estaba leyendo e invito a éste a sentarse a su
lado.
David, en cambio, estaba concentrado y emocionado, había llegado el
momento, César tenía que decidir su futuro. Así que le llamó por el micrófono:
-“César, ha llegado el momento de
decidir su prueba, suba a la segunda planta y siga indicaciones, los demás
elegido sigan en las habitaciones donde se encuentran”.
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