viernes, 30 de septiembre de 2016

CAPÍTULO 5



MARCO: LA IRA
Tras una pequeña temporada en Cádiz, el destino de David fue Córdoba. Provincia rica en patrimonio musulmán, la preciosa Mezquita debes visitar si allí te has de hospedar.
Nuestro Doctor tenía que hacer una sustitución de una compañera que estaba de baja. Como era habitual en él, estaba de guardia nocturna. Para nuestro protagonista, era un placer trabajar de noche, ya que podía observar a la gente desde las sombras, desde la oscuridad. Cuando el sol se escondía, las personas sacaban su lado más oscuro. A sus compañeros no les hacía mucha gracia trabajar a esas horas, pues su familia les esperaba, pero a David no le esperaba nadie.
Eran las tres de la madrugada y llegó un chico de 16 años en la ambulancia, herido de arma blanca, por suerte la navaja no le perforó ningún órgano vital y el joven se recuperaría de la herida. Cuando el chico estaba consciente, David fue a la habitación a verle.
-Buenas, me llamo David y soy médico de urgencias, ¿me puedes explicar que ha pasado? – David observaba el cuerpo del chico, estaba lleno de moratones y arañazos, era un joven bastante delgado, moreno y bajito.
- No ha sido nada Doctor, estoy mejor –dijo el chico con cara de preocupación.
- Tranquilo, no tengas miedo, lo que me cuentes no saldrá de aquí –David quería ganarse la confianza del muchacho, para que éste le contara realmente lo sucedido.
- Seguro que vendrá la policía a hacerme preguntas.
- Yo no soy policía, puedes confiar en mí, soy un profesional y tengo el secreto de confesión como los sacerdotes –David sonrió y el chico también lo hizo.
- Está bien, me llamo Lucas y formo parte de una banda. Este es nuestro símbolo –expresó Lucas enseñándole a David un tatuaje de una serpiente.
- ¿El que te hizo la herida es de tu banda o de otra? –preguntó directamente David.
-Es de la otra, de la banda tigres. Ese tipo atacó a un amigo mío y fui a hablar con él, yo no llevaba armas, al verme el tatuaje me atacó y me dejó allí tirado.
Cuando estaban los dos hablando, llegó un chico más mayor, de unos 35 años y empezó a gritar:
- ¡Lucas eres imbécil! ¿Por qué fuiste a su casa solo?, ¿piensas que eres un héroe o algo parecido? –gritó el desconocido.
- Perdone pero debe tranquilizarse, soy David, el médico de urgencias y el chico está bien –David intentó relajarle.
- Yo soy Marco y si Lucas está bien se viene conmigo ahora –el hombre se acercó a la camilla de Lucas con intención de llevárselo.
- No puede irse todavía, lo siento pero debe quedarse esta noche en observación –David salió de la habitación.
El chico más mayor no tardó mucho en salir, iba bastante enfadado Era alto, atlético, rubio, sus ojos eran marrones oscuros, llevaba una chaqueta de cuero negra y un pantalón vaquero negro. También tenía la serpiente tatuada en el brazo, pero bastante más grande que la de Lucas. David volvió a entrar en la habitación del chico para hablar con él:
- ¿Ese chico es tu hermano?
- No, es mi primo doctor, él es el líder de nuestra banda –Lucas bajó la mirada, se le veía bastante preocupado.
- ¿Qué ocurre?, ¿Habéis discutido verdad?
- Sí, yo le intento convencer de que hablemos con la banda de los tigres, tenemos que dejar esta guerra, pero él se niega, quiere ir a por el líder de la banda. Me ha dicho que no le diga nada a nadie.
- Tranquilo, ya te he dicho que puedes confiar en mí, ahora descansa y recupérate.
Marco era un tipo duro, líder de la banda serpientes, no podía admitir que agredieran a uno de los suyos. Tenía antecedentes por peleas callejeras, no sabía otra forma de comunicarse, solo hablaba con los puños. Nacido en una familia humilde, nunca tuvo posibilidad de estudiar, era un chico criado en la calle.
David estuvo observando sus movimientos, se reunía en un local apartado con los demás miembros de la banda, estaban preparando un ataque masivo. David se acercó con cautela a una ventana del local, era de noche y él estaba acostumbrado a estar oculto en las sombras. La voz de Marco resonaba:
- Le daremos a ese asqueroso tigre de su propia medicina, ¿Quién está conmigo? –gritaba Marco sin cesar.
- Estamos contigo jefe –la mayoría asentían convencidos, todos menos uno que agachó la cabeza.
- ¿Y tú con quien estás? –dijo Marco al muchacho con tono amenazante.
- Estoy con vosotros pero no quiero que me pinchen al igual que a tu primo –dijo el chaval con voz baja.
- ¿Lo habéis oído chicos?, eres un completo cobarde, deberías haber sido tú y no mi primo, ahora sal de aquí, ya no eres uno de los nuestros y como avises a los tigres de nuestro ataque iré en persona a por ti –Marco empujó al chico hasta la puerta.
David, que fue testigo de todo desde la ventana, llamó al chico desde el coche. El chico se acercó y David le invitó a subir:
- Sé lo que está pasando, no soy policía ni miembro de una banda, tan solo soy el doctor del primo de Marco, él está preocupado por esta guerra y quiero ayudarle –explicó David al chico.
- ¿Qué puedo hacer yo? Supongo que has oído que estoy fuera de la banda.
- Solo necesito que le entregues esto a Marco, no puedes leerlo ni decirle quien te lo dio y te prometo que esta guerra acabará pronto –David entregó un sobre rojo al chico.
- Está bien, lo haré, no solo estamos en peligro nosotros, también nuestras familias.
David acompañó al chico a su casa y se despidió de él. Al día siguiente, el chico le entregó en mano el sobre a Marco:
- ¿Qué mierda es esto? –dijo quitándole el sobre de la mano al chico.
- Me lo dio anoche un señor para ti, me dijo que eres un elegido y que no podía leerlo.
- Está bien, ahora esfúmate de mi vista, cobarde.
El chico se fue y Marco abrió el sobre rojo:
Estimado Sr. D. Marco Robles, tengo el gusto de invitarle al evento más esperado del año. Le informo de que usted es una de las siete personas elegidas para asistir a este innovador proyecto. Durante ese fin de semana, podrá aprender técnicas de combate con los mejores profesionales de la comarca, también habrá comida en abundancia y chicas muy guapas en la fiesta nocturna.
Su asistencia es totalmente obligatoria. Ver dirección, día y hora al dorso.

1 comentario:

  1. Hola, soy Theresa Williams Después de estar en relación con Anderson durante años, él rompió conmigo, hice todo lo posible para traerlo de vuelta, pero todo fue en vano, lo quería de vuelta tanto por el amor que tengo por él, Lo supliqué con todo, hice promesas pero él se negó. Le expliqué mi problema a mi amiga y me sugirió que preferiría contactar a un conjurador de hechizos que me pudiera ayudar a lanzar un hechizo para traerlo de vuelta, pero soy el tipo que nunca creyó en hechizo, no tuve más remedio que intentarlo, Envió al conjurador de hechizos y me dijo que no había ningún problema de que todo saldría bien antes de tres días, que mi ex volvería a mí antes de tres días, lanzó el hechizo y sorprendentemente en el segundo día, fue alrededor de las 4pm. Mi ex me llamó, me sorprendió tanto, respondí a la llamada y todo lo que él dijo fue que él estaba tan arrepentido por todo lo que sucedió que él quería que volviera a él, que me ama tanto. Estaba tan feliz y fui a él que fue así como empezamos a vivir juntos, felices de nuevo. Desde entonces, he hecho la promesa que cualquier persona que sé que tiene un problema de la relación, yo sería de ayuda a tal persona por referirlo él o ella al único lanzador verdadero y poderoso del hechizo que me ayudó con mi propio problema. Email: drogunduspellcaster@gmail.com usted puede enviarle un correo electrónico si usted necesita su ayuda en su relación o cualquier otro caso.

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